sábado, 5 de enero de 2008

Gallardon también cazado

Por todos los madrileños es conocida la actitud del ayuntamiento de Madrid hacia el exceso de velocidad y otras infracciones de tráfico, principalmente teniendo en cuenta que de un tiempo a esta parte en Madrid se ha incrementado considerablemente la cantidad de radares tanto móviles como fijos en diversos puntos de la red viaria madrileña, como por ejemplo la M30. Gracias a estos dispositivos el ayuntamiento ha aumentado de forma más que considerable los ingresos debidos a la imposición de multas a los conductores por infracciones como por ejemplo el exceso de velocidad.
Dada la actitud del consistorio madrileño, es de esperar que, aquellos que promulgan estas actitudes de vigilancia férrea de las normas de circulación, respeten las mismas.
Si hace unos dias nos hacíamos eco de la denuncia formulada por la revista Autofácil contra la DGT después de que fuese difundido un video filmado por Antena 3 en el que el coche oficial del director general de la DGT cometía diversas infracciones, entre otras repetidos excesos de velocidad, ahora queremos hacernos eco de otro video, tomado también por Antena 3, en el que se ve cómo el coche oficial del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, comete continuos excesos de velocidad.
El video es el siguiente



http://www.youtube.com/watch?v=4cBUdHtOglA

De nuevo el máximo responsable de un organismo público que promueve la persecución de aquellos que incumplen determinadas normas de circulación (absurdas en un gran porcentaje) es pillado incumpliendo estas normas de forma reiterativa.
Como dije en el artículo sobre el video de Pere Navarro, las normas han de ser para todos o para ninguno, fundamentalmente si pensamos que esas normas deben de tener un por qué y por ello todos deberían de respetarlas, más si cabe, los propios que promulgan esas normas y persiguen a quienes las incumplen, por su deber moral de dar ejemplo sobre aquello que defienden.
Nuevamente esta actitud nos lleva a pensar que algunas de éstas normas, que muchos consideramos absurdas, como por ejemplo determinados límites de velocidad, no representan nada para quienes las imponen, lo que nos lleva a pensar, ¿las imponen porque las consideran necesarias de verdad? o simplemente ¿las imponen porque de esta forma consiguen una suculenta fuente de ingresos y por otro lado les sirve para justificar su salario?, un salario que por otra parte pagamos todos con nuestros impuestos con el objetivo de que estas personas velen por nuestro bienestar y desarrollen unas reglas justas y válidas para todos.
La pregunta queda en el aire, cada cual será capaz de encontrar su propia respuesta en base a los hechos.

No hay comentarios: